08 diciembre 2010

Metafisica de las acciones cotidianas

"A veces la vida nos da una visión momentánea de que algo quiebra el orden de la realidad, como si el mundo estuviera hecho de infinitos mundos que de vez en cuando confluyen" A.B.C

El sistema numérico decimal tiene entre sus propiedades algunas, que no dejan de llamarme la atención.
Resulta que un número, como el 60, contiene en sí mismo una variedad de operaciones, superficialmente ocultas, que lo forman. Por ejemplo decir 60 es decir también 6 veces 10 o 10 veces 6. Además este sistema de numeración es posicional, lo cual refiere a que un símbolo, en este caso un numero, adquiere su valor según el lugar en donde está ubicado; el numero 6 no vale  lo mismo en el caso que yo lo ubique en este lugar 60  que en este 600. Todo lo dicho no tendría ningún valor mas allá de ámbitos áulicos y comerciales, salvo que algún desafortunado crea encontrar en estas propiedades algunas correlaciones con los aconteceres de su propia vida (Y ahí entro yo)… y entonces comience a pensar que una acción cualquiera, visible e identificable, contenga en sí misma una serie (infinita) de condensaciones, de motivos, de figuras desconocidas, de recuerdos, de marcas, pedacitos de espejos interiores, de azar, de intuiciones, de símbolos… y que esa acción aparente tenga sentido y valor dependiendo la ubicación y la posición que ocupe en una cadena de sucesos indescifrables y ocultos.
Resulta que es a mí a quien le sucede esto y entonces, hay días en que comienzo a sospechar de que las cosas sean lo que parecen, a dudar de lo obvio y lo manifiesto.
En esos momentos intuyo que cada hecho, cada acción, esconde una cara desconocida (o miles), una puerta de entrada a otro orden, un acceso a mirarlo todo de otro modo.
Una forma secreta, esquiva, de comprender los sucesos. Para ponerlos patas para arriba, sacarlos de su monotonía y así embellecerlos o darles sentido (que es lo mismo, creo), para salvarlos (y con ellos a nosotros) del aburrimiento perfecto de que cada cosa este en su lugar y con su nombre.
Entonces me pasa, créanme que no lo elijo que me pasa; que acciones que realizo cotidianamente toman la forma de símbolos de otra cosa, oculta, fantástica, profunda… que se me escapa entre los dedos y la lengua.
Esto no me sucede todo el tiempo, muchas más veces me entrego a la simplicidad, a la incuestionable aceptación de que pelar una papa no es más que eso.
Pero cuando esta inocente actitud se me esfuma.... Yo me levanto una mañana y ya no me lavo la cara para despabilarme porque hay que ir a trabajar, sino que hundo mis manos en el agua fría y sumerjo mi cara entre ellas con la ilusión de que el agua no me despierte, sino de que sumergiéndome, el sueño se me esparza por toda la cara, llenarme del sueño, extenderlo, meterlo en mis ojos con agua para no perderlo, para no permitir ese horror de que los sueños se laven y se vayan por el resumidero sin hacer nada...
Y así sigo el día... ya no me baño para estar limpio o lindo, sino que me desnudo bajo el agua con el afán de que limpiándome por fuera, pueda llegar a renacer por dentro, renovarme desde afuera para llegar al centro, a mi centro... para recuperar infancia perdida en la mugre de una adulta rutina...
Tomar mates puede ser también repensarme, ponerme arriba de la mesa, tomar perspectiva y mirarme en cada cebada...
Entonces, caminar bajo la lluvia es recordarte y buscarte inútilmente; es intentar saltar los charcos del olvido...  
Y así, todo.
Ahora por ejemplo, escribir no es solo entretenerme sino que es un manotazo, un grito abajo del agua, una manera de sentirme menos solo...

04 diciembre 2010

"...y deseo"

"...y deseo que estes bien, que estes feliz, sin perder de vista, que la felicidad, como tantas otras cosas, no llueve del cielo, sino que crece y florece en la tierra, apartir de la semilla de nuestras acciones, elecciones y omisiones"

humilde y cariñosamente dedicado al muchacho del barrio, que hoy pasea sus sueños de barrilete por cielos lejanos

Cuento en futuro...

“El propósito que lo guiaba no era imposible, aunque si sobrenatural. Quería soñar un hombre: quería soñarlo con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad. Ese proyecto mágico había agotado el espacio entero de su alma…” J.L. B
Habra una vez un hombre, que vivira en alguna aldea, algun barrio, alguna cuidad o en cualquier lugar.
Habra una vez un hombre que no sera ni principe ni sapo, ni guerrero ni heroe.
Habra una vez un hombre.
No habitara en un gran castillo ni salvara a ninguna princesa ni a nadie.
Sus besos seran solo besos, su espada no sera invencible.
Sus palabras ocasionalmente acertadas, otras veces muy torpes.
Su amor no sera eterno ni inalterable, su corazon no sera perfecto y noble.
Tendra miserias visibles, flaquezas que no querra disimular.
Habra una vez un hombre capaz de sortear su destino, de escapar al horror de repetir eternamente un cuento ya escrito.
Habra una vez, realmente habra una vez, un hombre... (?)

Vocaciones desafortunadas

La vocacion en su sugnificado original, es un llamado. Al menos eso recuerdo haber escuchado en ambitos academicos.
Siempre me pregunte quien (o que) es el/la autor/a de tal convocatoria.
Hoy que senti con la claridad la experiencia de ser llamado, puedo reconocer de quien se trata.
Sospecho que detras de la aparentemente afortunada invitacion a ser algo, a seguir un camino; se encuentra la muerte, esa señora maligna del mas alla que nos telefonea solo para vernos correr empecinada y tozudamente en una direccion, mientras ella seguramente come pochoclos y se retuerce de la risa con semejante espectaculo.
A tal conclusion llegue luego de mi frustrada experiencia personal (o existe otra manera mas efectiva de concluir algo, que no sea mediante un fracaso??).


Comparto mis desventuras para alertar a jovenes, a credulos y a distraidos.


Sucedio en una tarde como cualquiera (o como ninguna, para ser mas preciso). Yo caminaba distraido, escuchando musica y dejando ir a mis pensamientos (estaba al pedo, diran los criticos y los capitalistas). Cuando repentinamente, y como un rayo que cae sin medidas con toda su luz, senti el llamado.
Un sonido como nunca antes habia escuchado, me invadio por completo. Una fuerza ancestral hecha sonido. Senti mi destino recorrer mi cuerpo y despertar a mi alma.
Superado este estado de trance, distingui que ese sonido que me poseia y que ya no habria de dejarme no era otra cosa que una pandereta.
En ese momento y con una certidumbre desconocida hasta entonces por mi, conclui que yo queria ser Panderetista de Rock.
En un solo instante recorri en mi mente cientos de canciones que yo admiraba y disfrutaba y en todas ellas encontre el sonido de la pandereta.
Comprendi que era inevitable.
No podia a ser de otra manera, segui con todas mis fuerzas ese llamado.


Entonces busque en todos los centros culturales, escuelas de musica, sitios de internet y universidades el espacio para desarrollar mi destino... y no lo encontre.
No existia (porque estudiar percusion o tocar accesorios, no es ser Panderetista de Rock).
Y en mi busqueda di con cosas de lo mas extrañas e increibles como un curso para aplicar el budismo zen al arte de pescar, o un taller de perfeccionamiento en repulgue de empanadas.
Pero en ningun lado encontre donde ser Panderetista de Rock.
Mi desilusion no podia ser mayor, o al menos eso pensaba yo; hasta que repentinamente recorde que de niño habia sentido el llamado a ser escritor cuando una maestra de lengua me felicito por un cuento.


Y fue ahi cuando subitamente comprendi lo absurdo de mi destino, mi llamado a deambular por designios esquivos, a perseguir amores imposibles y a tener palabras en la punta de la lengua que no terminan nunca de salir.


No vayan a pensar que por eso me desanime y renuncie a mis deseos de vivir.
Muy por el contrario, en el taller de repulgue me esta yendo muy bien (ya aprendi repulgues con forma de flor y de sonrisa, que alegria!), y hasta conservo la ilusion de enamorarme para siempre en alguna parada de colectivo.
Ah y en mis ratos libres, como ahora, juego a ser escritor como para hacerle cosquillas a la muerte.
                                                                                                                                                 27/8/2010