La vocacion en su sugnificado original, es un llamado. Al menos eso recuerdo haber escuchado en ambitos academicos.
Siempre me pregunte quien (o que) es el/la autor/a de tal convocatoria.
Hoy que senti con la claridad la experiencia de ser llamado, puedo reconocer de quien se trata.
Sospecho que detras de la aparentemente afortunada invitacion a ser algo, a seguir un camino; se encuentra la muerte, esa señora maligna del mas alla que nos telefonea solo para vernos correr empecinada y tozudamente en una direccion, mientras ella seguramente come pochoclos y se retuerce de la risa con semejante espectaculo.
A tal conclusion llegue luego de mi frustrada experiencia personal (o existe otra manera mas efectiva de concluir algo, que no sea mediante un fracaso??).
Comparto mis desventuras para alertar a jovenes, a credulos y a distraidos.
Sucedio en una tarde como cualquiera (o como ninguna, para ser mas preciso). Yo caminaba distraido, escuchando musica y dejando ir a mis pensamientos (estaba al pedo, diran los criticos y los capitalistas). Cuando repentinamente, y como un rayo que cae sin medidas con toda su luz, senti el llamado.
Un sonido como nunca antes habia escuchado, me invadio por completo. Una fuerza ancestral hecha sonido. Senti mi destino recorrer mi cuerpo y despertar a mi alma.
Superado este estado de trance, distingui que ese sonido que me poseia y que ya no habria de dejarme no era otra cosa que una pandereta.
En ese momento y con una certidumbre desconocida hasta entonces por mi, conclui que yo queria ser Panderetista de Rock.
En un solo instante recorri en mi mente cientos de canciones que yo admiraba y disfrutaba y en todas ellas encontre el sonido de la pandereta.
Comprendi que era inevitable.
No podia a ser de otra manera, segui con todas mis fuerzas ese llamado.
Entonces busque en todos los centros culturales, escuelas de musica, sitios de internet y universidades el espacio para desarrollar mi destino... y no lo encontre.
No existia (porque estudiar percusion o tocar accesorios, no es ser Panderetista de Rock).
Y en mi busqueda di con cosas de lo mas extrañas e increibles como un curso para aplicar el budismo zen al arte de pescar, o un taller de perfeccionamiento en repulgue de empanadas.
Pero en ningun lado encontre donde ser Panderetista de Rock.
Mi desilusion no podia ser mayor, o al menos eso pensaba yo; hasta que repentinamente recorde que de niño habia sentido el llamado a ser escritor cuando una maestra de lengua me felicito por un cuento.
Y fue ahi cuando subitamente comprendi lo absurdo de mi destino, mi llamado a deambular por designios esquivos, a perseguir amores imposibles y a tener palabras en la punta de la lengua que no terminan nunca de salir.
No vayan a pensar que por eso me desanime y renuncie a mis deseos de vivir.
Muy por el contrario, en el taller de repulgue me esta yendo muy bien (ya aprendi repulgues con forma de flor y de sonrisa, que alegria!), y hasta conservo la ilusion de enamorarme para siempre en alguna parada de colectivo.
Ah y en mis ratos libres, como ahora, juego a ser escritor como para hacerle cosquillas a la muerte.
27/8/2010
hermoso!!!!amiguitos
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